miércoles, 1 de febrero de 2017

Velocidad de obturación

Es la velocidad a la que se abre y se cierra el obturador de una cámara. El obturador no es más que el dispositivo que regula el tiempo durante el cuál le llega luz al sensor (o película) de la cámara.
De buenas a primeras debemos quedarnos con el concepto de que a mayor velocidad de obturación (más velocidad con la que el obturador se abre y se cierra), menos luz llegará al sensor o película de la cámara. Por el contrario, a menor velocidad de obturación (menos velocidad con la que el obturador se abre y se cierra), más luz llegará al sensor o película. Lógico, ¿verdad?


Apertura del diafragma




¿Qué es la Apertura de Diafragma?
La apertura de diafragma es la que regula la cantidad de luz que pasa por nuestro objetivo hacia el sensor de la cámara. El diafragma forma parte de cualquier objetivo, y se compone de una serie de placas o aletas que se mueven hacia dentro o hacia fuera formando un círculo más o menos grande lo hagan hacia el centro o hacia el exterior por el que pasa más o menos luz, dependiendo del diámetro del mismo.
Los pasos de diafragma
El paso de diafragma no es más que el salto de un valor f/ al siguiente. Por ejemplo, en la imagen anterior diríamos que entre f/2 y f/2,8 hay un paso de diafragma. O entre f/2 y f/4, hay dos pasos de diafragma.
Y dirás… Muy bien, ¿Y eso qué significa? Pues bien, cada paso hacia arriba en la escala, significa que estás dividiendo por dos la cantidad de luz que entra a través del objetivo. (Por ejemplo f/4 dispone de la mitad de luz que f/2.8). Y por el contrario, cada paso hacia abajo que des en la escala, significa que estarás multiplicando por dos la entrada de luz respecto al paso anterior. (Por ejemplo f/8 dispone del doble de luz que f/11).
La escala “estándar” sería la siguiente:
f/1, f/1.4, f/2, f/2.8, f/4, f/5:6, f/8, f/11, f/16, f/22, etcétera.
Pasos intermedios
Ahora bien, los pasos anteriores son los considerados enteros, los clásicos, los teóricos. Pero como siempre, las cosas van evolucionando y es muy posible que, a día de hoy, tu cámara cuente con bastantes más numeraciones f/ de diafragma que las que hemos comentado, ¿Verdad? Seguro que te estabas preguntando qué hacer o de dónde salen valores como f/3:5 o f/5. Pues bien, todos los valores que se encuentren entre los diferentes pasos, son los que consideramos como pasos intermedios.
Los pasos intermedios no son universales y se han añadido para poder ajustar con más precisión la apertura de diafragma.
La luminosidad del objetivo y la apertura del diafragma
Cuando hablamos de objetivos más o menos luminosos, en realidad estamos hablando de la capacidad de apertura de diafragma máxima que estos tienen asociados.
Como hemos visto en el punto anterior, cuanto más bajo es el valor f, más luz entra a través del objetivo y por lo tanto, lo consideramos más luminoso.
Por ejemplo, un objetivo zoom 18-55mm 1:3,5-5,6 nos indica varias cosas:
Que la distancia focal del objetivo varía entre los 18mm y los 55mm.
Que la apertura máxima del diafragma es de f/3,5 en su distancia focal mínima (18mm)
Que la apertura máxima de diafragma es de f/5,6 en su distancia focal máxima (50mm)
Es decir, con este objetivo, podremos abrir el diafragma hasta un máximo de f/3,5 cuando trabajamos en 18mm, y un máximo de f/5,6 en 50mm.
En ópticas fijas, el objetivo nos indica únicamente la apertura máxima y la focal fija: 50mm 1:1,4. Es decir, la apertura máxima de este objetivo es de f/1,4.
Entre los dos ejemplos, (el zoom y la óptica fija) el 50mm fijo es el objetivo más luminoso.
La profundidad de campo y la apertura de diafragma
Recuerdo cuando empecé en esto de la pasión fotográfica, que una de las cosas que más me fascinaba de una imagen eran los fondos desenfocados, la posibilidad de realzar una zona de la imagen sólo a través del foco. Evidentemente no tenía mucha idea de cómo se conseguía lo que para mí era un efecto casi mágico… Hasta que me hice con una Réflex y descubrí la apertura de diafragma y su relación con la profundidad de campo 😉
La apertura de diafragma está estrechamente relacionada con lo que conocemos como profundidad de campo, que no es más que la cantidad de zona enfocada en la imagen. A más apertura de diafragma (Valor f/ pequeño), menor es la profundidad de campo o zona enfocada en la imagen y, por el contrario, a menor apertura de diafragma (Valor f/ alto) mayor es la profundidad de campo o zona enfocada en la imagen.
En definitiva, las grandes aperturas no sólo te permitirán una mayor entrada de luz, si no que también podrás centrar la atención a través del desenfoque que proporciona. Por el contrario, si lo que quieres es mucha profundidad de campo o reducir la entrada de luz, deberás cerrar el diafragma.
La nitidez y la apertura de diafragma
La apertura de diafragma también se relaciona con la nitidez de la imagen. Todos los objetivos tienen una apertura a la que consiguen la máxima nitidez, lo que también conocemos como Punto Dulce del Objetivo o Sweet Spot. Al contrario de lo que pueda parecer, el punto dulce no se sitúa en ninguno de los extremos de la apertura de diafragma, si no que se sitúa en las aperturas intermedias, pero depende de cada objetivo y de la focal utilizada. Sólo recuerda que si quieres una nitidez “extra” debes intentar no situarte en los extremos de la apertura ni de la focal, porque es donde “peor” o más aberraciones producen los objetivos por regla general.

Triángulo de exposición

Por último, no olvides que una imagen se compone de varios parámetros relacionados entre sí. Los más importantes son los que conocemos como el triángulo de exposición: Velocidad, Sensibilidad ISO y apertura de diafragma. A través del conocimiento y la relación de estos tres parámetros, podrás conseguir casi cualquier fotografía que te propongas

ISO / ASA / DIN

La Sensibilidad ISO
En fotografía, el término sensibilidad se utiliza para referirse a la rapidez con la que reacciona el material fotosensible a la acción de la luz. Cuanto mayor sea la sensibilidad (de la película o del sensor), menos exposición se necesitará para formar la imagen.
El origen de este concepto está en la sensibilidad de la película fotográfica, aunque se sigue manteniendo en la fotografía digital.

La Sensibilidad de la Película Fotográfica
La película fotográfica está formada por una lámina de acetato de celulosa, flexible y transparente, recubierta por una emulsión fotosensible de cristales de haluro de plata.
La sensibilidad de la película depende del tamaño de los cristales de haluro de plata: cuanto más grandes son, más rápidamente reaccionan al contacto con la luz.
Las películas de mayor sensibilidad necesitan menos exposición, lo que permite tomar fotografías en situaciones de escasa iluminación. Sin embargo, debido al mayor tamaño de los cristales de plata, las imágenes resultantes tienen un aspecto granuloso, produciéndose una pérdida de nitidez y contraste.
Para medir el grado de sensibilidad de la película fotográfica, se han utilizado diferentes escalas:
la escala DIN fue creada en Alemania por el Deutsches Institut für Normung en 1934. Es una escala que sigue una progresión aritmética de diferencia 3. Esto quiere decir que la sensibilidad se dobla cuando el valor DIN aumenta tres unidades. Así, una película de 24 DIN tiene el doble de sensibilidad que una de 21 DIN.
La escala ASA fue creada por el la American Standard Asociation en 1943. Es una escala que sigue una progresión geométrica de razón 2. Esto quiere decir que la sensibilidad se dobla cuando doblamos el valor ASA. Por ejemplo, película de 200 ASA tiene el doble de sensibilidad que una de 100 ASA
La escala ISO fue creada por la International Organization for Standardization en 1974. Es la escala que más se utiliza en la actualidad, por lo que vamos a verla con más detalle.
La escala de sensibilidades ISO es una fusión de los sistemas ASA y DIN. Por este motivo, indica los valores que corresponderían a la escala ASA y a la escala DIN, separados por una barra. Así, por ejemplo, una película podría tener una sensibilidad ISO 100/21.
La siguiente tabla muestra las sensibilidades ISO más habituales y su equivalencia en otras escalas.

La Sensibilidad en la Fotografía Digital
El concepto de sensibilidad ISO se ha mantenido en la fotografía digital, aunque sus fundamentos son diferentes.
Como vimos en un artículo anterior, el sensor es un dispositivo compuesto por una matriz de celdillas o fotositos sensibles a la acción de la luz. Cada uno de los fotositos contiene un fotodiodo que es capaz de convertir la energía presente en la luz (fotones), en corriente eléctrica (electrones), acumulando una mayor o menor carga eléctrica en función de la intensidad lumínica.
El valor de carga acumulado por cada fotosito es bastante pequeño, por lo que debe ser amplificado antes de su digitalización. El nivel de amplificación depende la sensibilidad ISO que hayamos seleccionado en la cámara. Cuanto mayor es la sensibilidad ISO menos cantidad de luz llega al sensor, por lo que más se debe amplificar la señal.
Al aumentar la sensibilidad ISO no estamos aumentando realmente la sensibilidad del sensor. Lo que estamos haciendo es amplificar la señal captada por el sensor, antes de proceder a su cuantificación y registro en una imagen RAW.

El Ruido

En fotografía digital, llamamos ruido a las variaciones aleatorias de brillo o de color que podemos encontrar en los pixeles que forman una imagen.

Durante el proceso de captura de la imagen, el sensor genera inevitablemente algo e ruido. Diferentes factores inherentes su forma de funcionamiento están en el origen de lecturas incorrectas.

El ruido puede ser inapreciable o degradar completamente la calidad de una imagen. Todo depende de la proporción entre la información capturada correctamente por el sensor y el ruido, es decir de la relación señal/ruido.

A medida que aumentamos la sensibilidad ISO, necesitamos una menor exposición, disminuyendo así la cantidad de luz que llega al sensor y empeorando la relación señal/ruido. Debido a que se han capturado pocos fotones, es necesaria una mayor amplificación. En consecuencia estamos amplificando también el ruido, por lo que cuanto mayor es la sensibilidad ISO, más ruido tienen las imágenes.

Es algo semejante a lo que ocurre cuando escuchamos la radio. Si subimos el volumen, podemos apreciar mejor el ruido de fondo presente en el sonido. En cierto modo, podemos decir que cuando amplificamos la señal, amplificamos también el ruido.

Manuel Álvarez Bravo

Manuel Álvarez Bravo, uno de los fundadores de la fotografía moderna, es considerado el mayor representante de la fotografía latinoamericana del siglo XX.
Nace en el centro de la capital mexicana el 4 de febrero de 1902. Interrumpe sus estudios a los doce años al fallecer su padre y comienza a trabajar para ayudar en la economía familiar, en una fábrica textil y posteríormente en la Tesorería General de la Nación.
Su abuelo, pintor, y su padre, maestro, eran aficionados a la fotografía. El descubrimiento temprano de las posibilidades de la cámara le hará explorar en autodidacta todos los procedimientos fotográficos, así como las técnicas de la gráfica.
En un inicio aborda el pictorialismo, influido por sus estudios de pintura en la Academia de San Carlos. Explora luego las estéticas modernas, con el descubrimiento del cubismo y las posibilidades de la abstracción. En 1930 se inicia en la fotografía documental: Tina Modotti, al ser deportada de México, le deja su trabajo en la revista Mexican Folkways. Así trabaja para los pintores muralistas: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
Álvarez Bravo es una figura emblemática del periodo posterior a la Revolución mexicana conocido como renacimiento mexicano. Fue aquel un periodo cuya riqueza se debe a la feliz, aunque no siempre serena, coexistencia de un afán de modernización y de la búsqueda de una identidad con raíces propias en que la arqueología, la historia y la etnología desempeñaron un papel relevante, de modo paralelo a las artes. Álvarez Bravo encarna ambas tendencias en el terreno de las artes plásticas.
De 1943 a 1959 trabaja en el cine realizando fotografías fijas, lo que lo lleva a producir algunos experimentos personales.
En vida, presentó más de 150 exposiciones individuales y participó en más de 200 exposiciones colectivas. Según numerosos críticos, la obra de este “poeta de la lente” expresa la esencia de México, pero la mirada humanista que refleja su obra, las referencias estéticas, literarias y musicales que contiene, lo confieren también una dimensión universal.
Falleció el 19 de octubre de 2002, a los cien años.